La diversidad de opiniones es una estrategia que conforta la personalidad.



lunes, 18 de enero de 2010

Nuevos propósitos, distintas enmiendas.



Todos con la llegada del nuevo año hacemos propósitos de enmienda, para cambiar cosas de nuestras vidas que nos gustan poco a nada.
Están los que quieren dejar de fumar, los hay que se apuntan al gimnasio y les dura un mes, otros que empiezan el año a dieta después de los atracones navideños, en fin; la lista podría llevar más de una página.
Que tiene de especial el cambio de año por ejemplo, para querer poner el contador de nuestra vida a cero referente a cualquier aspecto que queramos cambiar de ella; porqué no nos vale otro día cualquiera del año, digamos un lunes perdido de febrero. No sería mejor decir: hasta aquí hemos llegado, se acabó, ahora mismo me pongo a ello.
A veces simples y a veces demasiado complejos.
En cuanto dan las campanadas y empieza el año; pensamos: ya está, ya no soy el de antes. Deberíamos tener en cuenta el trabajo que nos va a costar el nuevo cambio, y lo peor: pensar en la derrota; que llegará en semanas o meses.
Más que en los cambios tendríamos que reflexionar sobre lo poco que nos gusta nuestra vida o la vida que llevamos, para cada año querer cambiar algo de ella.
Al final siempre quedan nuevos propósitos y distintas enmiendas.
Incluso yo, que he tenido como propósito empezar el año con la creación de esté blog.
Lo que me asusta es que no sé si es un propósito o una enmienda.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No seas derrotista, como puedes estar pensando en el fracaso a 18 de enero?!?! otra muy buena eleccion de la imagen. π

Juan dijo...

Esto es poner la venda antes de la herida. Continua con el blog que esta muy bien!!! Keep going!!!

Hathaway dijo...

No es un artículo derrotista, sino reflexivo, sobre por qué casi todos con el año nuevo; pensamos eso de: año nuevo, vida nueva. Parece que nos pasamos el año diciendo esto no me gusta, pero para el año que viene lo cambio...
Gracias por molestaros en escribir y leer el blog.

Carlos dijo...

Lo bueno de los propósitos, en realidad, son las derrotas. Éstas nos permiten, al año siguiente, proponernos las mismas cosas, pero con contenido diferente. Si dejáramos de fumar a la primera, la vida sería un rollo.
Lo bueno que tenemos los que nos gustan los propositos es que tenemos dos fechas: enero y septiembre. ¡Maravilloso!
Felices propósitos, Hathaway!

Hathaway dijo...

Esta bien planteado, pero que no se convierta nuestra vida en el día de la marmota.